El Señor es mi Pastor, nada me faltará. ¡Qué hermoso es el Salmo 23!
Pero sobre todo que bueno es pensar que Dios promete darnos descanso.
En medio de tanto trabajo diario, nuestra mente se agota, el cuerpo se cansa, pero cuando leemos el Salmo 23: "En delicados pastos me hará descansar, confortará mi alma..." Nos da mucha paz con solo pensarlo y creer en sus promesas.
Sin la presencia de Dios en nuestro ser, caemos en un tremendo estrés que nos hace perder el rumbo y hasta podríamos perder la razón.
Pero Dios promete darnos ese descanso cuando buscamos su presencia, inmediatamente al acercarnos a Él, nos inunda de una paz indescriptible.
Y continúa diciendo este Salmo: "Junto aguas de reposo, me pastoreará, confortará mi alma...".
¡Qué diferente la imagen que nos viene a la mente cuando leemos estas palabras, a los que vivimos en las grandes ciudades! En la Argentina hay que viajar cerca de cuatrocientos kilómetros para ver el mar.
Nuestro refugio es Jesús, en Él encontramos refrigerio para nuestras almas.
Es un ensayo de lo que viviremos cuando estemos con Jesús para siempre, en medio de una eterna y maravillosa paz admirando su belleza y santidad.
Mientras esperamos su segunda venida, buscamos agradarle con todo nuestro ser y lograr influir a otros para que gocen también del privilegio de ser hijos de Dios.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"FLUYE EN MÍ" Marcela Gándara
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