Tener el corazón conforme al de Jesús, es simplemente tener un corazón lleno de amor.
La Biblia nos dice como debe ser el amor, en 1 Corintios 13: 4-5: "El amor es paciente, bondadoso. El amor no es envidioso, ni jactancioso, ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor"
Si nos miramos en el espejo de la Palabra de Dios ¿Cómo vemos reflejado nuestro corazón de acuerdo a este pasaje?
Jesús, se alegra con nuestras alegrías, se entristece con nuestras penas, está a nuestro lado siempre, aunque no lo veamos, camina siempre a nuestro lado.
Es hermoso saber que no estamos solos nunca y que Jesús nos ama tal cuál somos, sin criticarnos, sin rechazarnos por ningún motivo por grave que sea lo que estuvimos haciendo, nos perdona cada vez que le pedimos perdón por fallarle en algo, no guarda rencor en su corazón, no murmura de nosotros.
Jesús nos dio ejemplo de humildad, a pesar de ser el Hijo de Dios no se enorgulleció, no fue egoísta, se entregó para morir en la cruz por nosotros y en nuestro lugar; no pensó en su dolor, ni en Él mismo.
Nunca se jactó de ser el Hijo de Dios, cuando lo acusaron, guardó silencio, solo contestó: Tú lo has dicho; cuando le preguntaron si Él decía ser el Hijo de Dios. Mateo 26:64
Amamos a Jesús por como Él es y por como nos ama incondicionalmente, pero la Palabra de Dios también dice (de David) en Hechos 13:22: "... He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, el cuál hará toda mi voluntad"
Eso espera Dios de nosotros, que tengamos un corazón conforme al de Él y deseemos hacer siempre su voluntad, que permitamos que el Espíritu Santo nos guíe en todo, para que no tomemos nuestras propias decisiones, para que no nos equivoquemos, de tal forma que terminemos sufriendo.
No podemos ser indiferentes al dolor de los demás; si tenemos el amor de Dios, nuestro corazón se entristecerá frente al dolor de los demás y trataremos de hacer algo para remediarlo, oraremos por ellos, con la misma intensidad que lo hacemos por nosotros o por nuestra familia.
Nos alegraremos de los logros de los demás, sin entrar en un espíritu de competencia, ni envidia.
Nuestra oración debe ser:
Señor dame un corazón conforme al tuyo
¿Le gustaría ver que siente Jesús por nosotros
y como se comporta frente a cada circunstancia?
Vea este video:
"Jesús siempre está con nosotros, en toda circunstancia"
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