En estos días que vivimos, es fácil desmayar y bajar los brazos con todas las cosas que suceden. Pero en la Biblia encontramos que en Lucas 18:1 dice:
"También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar".
La Biblia tiene respuestas para todas las problemáticas actuales, por algo la llaman el manual del fabricante. Dios ya ha previsto la salida para todas las situaciones que vivimos. Solo tenemos que depender de Dios y confiar en Él.
En Corintios 4:16-18: "Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
"Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria, no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas".
Ese es el secreto para no desmayar, no mirar las cosas que se ven con nuestros ojos, los problemas, las enfermedades, los dramas familiares, las necesidades económicas, etc... Si no mirar con los ojos de la fe, lo que todavía no vemos, pero por el poder de Dios va a suceder.
Nuestra relación con Jesús, debe basarse en la confianza, si creemos que nunca nos va a dejar, ni nunca nos va a desamparar, como nos promete en su Palabra, no tenemos nada que temer,
Cuando sentimos que las fuerzas decaen, aparecen síntomas de ansiedad y pánico, el remedio más efectivo, es postrarnos sobre nuestras rodillas y acudir a Jesús.
Cuando le llevamos a Él nuestras impotencias, las cargas se van, la paz vuelve a nuestro corazón.
Si ocurrió algo con con alguna persona, es el momento, ahí de rodillas, para perdonarlo en el nombre de Jesús, soltar perdón trae mucha paz a nuestros corazones.
También perdonarnos a nosotros mismos, pidiéndole perdón a Dios por lo que hicimos y nos llena de culpa, el arrepentimiento nos libera completamente, Jesús siempre esta pronto para perdonarnos cuando nos acercamos a Él.
Lo más asombroso, es que inmediatamente, aunque nada haya cambiado a nuestro alrededor, la paz inunda nuestro corazón y también nos devuelve la visión, comenzamos a ver las cosas como Dios las ve y no como nosotros estábamos percibiendo la situación que vivimos.
Muchas veces el cambio empieza por nosotros, nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, jefes, siguen actuando de la misma manera, pero nuestras reacciones cambian, por medio de la oración y la dependencia de Dios.
Haga la prueba, verá que su interior es transformado por su comunión con Jesús.
"NO DESMAYES"
Marcos Barrientos
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