La imagen dice: Los ojos puestos en Jesús
Hebreos 12:2 dice: "... puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios".
En esta era de la modernidad, se va perdiendo la perspectiva de varias cosas importantes, aún en la vida espiritual.
No podemos olvidar jamás que el centro de todo debe ser Jesús; es tan fácil fijar nuestros ojos en alguien, que tarde o temprano nos va a desilusionar, porque el hombre no es perfecto, tiene sus limitaciones.
Nuestra atención tiene que estar puesta en el único "Perfecto": Jesús; nadie más dio su vida por nosotros, solamente Jesús.
El hombre de alguna u otra manera busca impresionar, ya sea con su sabiduría, sus logros, sus estudios, consciente o inconscientemente busca aplausos. ¡Qué diferente fue Jesús, siendo el Hijo de Dios y Dios mismo hecho hombre, se humilló a si mismo, como dice en la Palabra de Dios en Filipenses 2:6-8: "... el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz".
En el afán de ser modernos, pareciera que todos se concentran en conseguir nuevas canciones, nuevas ideas, lucimiento y poco a poco todo lo nuevo pareciera querer ocupar el lugar que le pertenece a Jesús.
Gracias a Dios hay adoradores ungidos, con un don otorgado por Dios que han compuesto hermosas canciones que exaltan a Jesús y cuando se las cantamos a Él, todo alrededor parece desaparecer y solamente brilla nuestro Señor amado.
No permitamos que la modernidad y el afán de descubrir cosas nuevas, desvíe la atención, del único que merece todo nuestro amor, toda nuestra adoración, todo nuestro agradecimiento por esa salvación tan grande que nos regaló en la cruz del Calvario.
Jesús debe ser el centro, solamente Él merece nuestra atención y admiración.
Dios es el único que no nos obliga a nada, nos dio libre albedrío y jamás nos va exigir hacer algo que no podamos hacer. Eso es verdadero amor.
Cierre sus ojos y escuche esta hermosa canción que canta este adorador, Marcos Brunet, "Te prefiero a tí"
Dios los bendiga
Susana Goglián
"TE PREFIERO A TI" Marcos Brunet
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