Estamos comenzando Semana Santa, es una semana especial para recordar el sacrificio de Jesucristo por nosotros y su Resurrección.
Me gustaría que usted recuerde como era usted antes, cuando Jesús era lo más importante en su vida, tanto que dejaba cualquier otra cosa que tuviera que hacer, para congregarse con otros hermanos para adorar y exaltar su nombre.
Recuerde cuando le decía a quien quisiera escucharlo, que usted elegiría a Jesús antes que cualquier otra cosa o persona, porque había decidido seguirlo a Él y que su vida le pertenecía al Señor.
Piense en esos momentos en los que llegaba al templo y levantaba sus brazos mientras le cantaba a Él y de pronto todo lo demás desaparecía a su alrededor y solo importaba lo que usted le estaba diciendo al Señor y su hermosa presencia descendía sobre usted.
¿Qué pasó? ¿Qué ocasionó que usted olvidara todo eso? ¿Lo defraudaron? ¿Abusaron de su confianza? ¿No tuvo quien lo defienda ante injusticias?
Le cuento que a mi también me pasaron muchas de esas cosas, pero por causa de otras personas, no voy a perder de tener la bendición de estar en la presencia de Dios, donde entrego mis cargas, mis enfermedades, mis tristezas y Jesús me vuelve a dar fuerzas, me llena de paz, me habla por medio de su Palabra y salgo fortalecida para afrontar lo que la semana traiga a mi vida.
Por favor no permita que nada ni nadie cause que usted se enfríe, Dios en su Palabra nos alienta a vivir cada día en ese primer amor. Dios aborrece a los tibios e inconstantes, en su Palabra dice en Apocalipsis 3:15-16: "…`Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque dices: ``Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo,…"
Que triste que por haber permitido que la influencia de otras personas, lo hayan alejado del fuego del Espíritu Santo que llenaba su ser, su vida era una bendición, cuando usted oraba la presencia de Dios descendía, los que estaban con usted, eran salpicados con esa Unción con la que Dios le llenaba.
Pero está a tiempo de volver a enamorarse de Jesús, de volver a ponerlo en primer lugar en su vida. Vuelva a ser el sacerdote de su hogar o usted mujer la ayuda idónea de su esposo, que es la tarea que Dios le delegó, en todas las áreas, eso incluye en lo espiritual.
No hay nada más maravilloso que disfrutar de la dulce presencia del Espíritu Santo. Solo Jesús puede suplir todo lo que necesita en todas las áreas de su vida.
No pierda más tiempo, deje de mirar a su alrededor, deje de juzgar a los demás, cada cuál tendrá que dar cuenta delante del Señor de sus obras; concéntrese en usted y vuelva a influenciar a quienes le rodean.
La influencia se recibe por el ejemplo de las personas, no por sus palabras.
Muestre a Jesús en su vida, y todos los que le conocen querrán conocer a Jesús por su testimonio.
Ruego a Dios que ahora mismo la venda que lo está cegando caiga y el Espíritu Santo de Dios lo seduzca otra vez, no pierda más tiempo, Jesús le ama tanto... y siempre lo espera con los brazos abiertos.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"NO ME SOLTARÁS" ROJO EN ARGENTINA
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