La imagen de hoy dice:
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
asi clama por tí oh Dios el alma mía. Salmos 42:1
¡Cuánta necesidad de los ríos del Espíritu Santo tengo! No se si le sucede lo mismo, pero después de haber gustado su maravillosa presencia; todo me parece poco, quiero más y más; en mi casa, en el culto, donde busque su Presencia; me parece que termina demasiado rápido.
Por eso el Salmo 42:1; compara esa sed de Dios; con la actitud de los ciervos buscando agua; con sed desesperada, braman, hasta encontrar agua y comienzan a beber.
¡Qué diferente es el momento de oración y de adoración, cuando el Espíritu Santo despierta en una persona, el anhelo de beber sin cesar del agua de vida; que solamente Jesús nos puede dar!
Cuando se ora solamente por costumbre, "para cumplir" con la oración diaria, para no sentirse culpable de no haber orado; o en las reuniones de cada semana en la iglesia, orando o cantando; pero la mente está : ¡quien sabe donde! Se está perdiendo de la esencia del motivo por el cual Dios quiere que oremos.
Si invoca la presencia del Espíritu Santo y le dice: ayúdame a orar, enséñame a adorar desde lo más profundo de mi ser; la Palabra de Dios dice que Él es nuestro ayudador Juan 14:26, dice asi: "Pero el Ayudador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho"
Le cuento una confidencia; en este momento tan especial que estoy viviendo con Jesús, después de treinta y un años de creyente tras los pasos de Jesús; siento que estoy viviendo una luna de miel que yo oro para que sea eterna; cuando estoy en su presencia, le digo: Espíritu Santo, por favor, ayudame a enamorarme cada vez más de Jesús. ¡Es tan hermoso sentirse enamorado, tan profundamente, tan acompañado todo el día; con tanto gozo y paz en mi corazón! que cada momento en su presencia se convierte en apasionado.
Eso lo puede lograr en su ser, solamente el Espíritu Santo de Dios; pero necesita pedírselo desesperadamente, como cuando le falta el aire y busca la manera de poder respirar, porque de lo contrario moriría; así debe de anhelar conocer más de la presencia del Señor en usted.
Todo lo demás comienza a carecer de sentido; porque esos momentos son tan bellos; que estará esperando que llegue el momento de estar nuevamente en su presencia.
Descubrí que a Jesús también le entusiasman esos momentos a solas con nosotros; porque me está sucediendo; en un momento estoy ocupada haciendo mis tareas y de repente siento que me cubre el Espíritu Santo con su Unción; sin estar orando y sé que me está llamando a apagar la netbook, desactivar el celular y apartarme "fuera de las horas habituales" y simplemente estar con Él.
Le cuento todo esto, para despertar en usted el anhelo de vivirlo, si es que todavía no le está ocurriendo. No hay tiempo mejor empleado que el que utiliza para estar en la presencia de Jesús.
¿Por qué no comienza? O si se distrajo con algo ¿Por qué no vuelve? Jesús extraña esos momentos de intimidad con usted; simplemente porque lo ama.
¿Por qué no imita hoy a los ciervos?
"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva" Juan 7:37- 38
Dios lo bendiga
Susana Goglián
Juan Carlos Alvarado
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