La imagen de hoy dice:
Si algunas personas se alejan de ti,
no te pongas triste.
Es la respuesta de Dios a tantas veces que le pediste:
"líbranos de todo mal"
Muchas veces oramos automáticamente, algunos aprenden algunas palabras de memoria y las repiten varias veces durante la oración. Pero orar es hablar con Dios.
El Señor espera que le hablemos como lo hacemos con nuestras personas cercanas, con confianza, espontáneamente, desde el corazón.
Usted no se pone a pensar cómo dirigirse a sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, simplemente le habla lo que surge en ese momento; con Dios debe ser igual, porque Él sabe lo que hay en nuestro corazón, solo espera que lo pongamos en palabras, como un hijo le habla a su padre.
También esas oraciones aprendidas de memoria desde la niñez, muy pocas veces eran dichas desde el corazón y no éramos muy conscientes de lo que estábamos pidiendo. Tampoco es necesario gritar cuando oramos, porque Dios no es sordo.
Cuando le entregamos nuestro corazón a Jesús la primera vez, le pedimos que sea el Señor de nuestra vida, Jesús nos creyó y luego esperó justamente eso, ser el Señor.
En la antigüedad, se le decía señor al que tenía derecho sobre las personas, era el dueño y tenían que hacer lo que él dijera.
Pero cuando se ora sin pensar, no se sabe lo que se está pidiendo. Si le dijimos "Jesús te entrego mi corazón, te pido perdón por mis pecados, quiero que seas "el Señor de mi vida", no deberíamos seguir nuestra vida igual que antes, ahora necesitamos preguntarle a Él antes de tomar decisiones, para no equivocarnos, porque Dios sabe lo que nos conviene, sabe que cosas van a ser de bendición para nosotros y cuáles no. Por lo tanto Dios siempre contesta, a veces dice que si (eso nos encanta), otras veces nos dice "esperá", eso ya no nos gusta tanto... Y otras veces nos dice que no, a pesar de que oremos por algo durante años .
Pero si de verdad es el Señor de nuestra vida, tenemos que confiar en Él y en su criterio, porque el Señor ve mucho más allá de lo que nosotros vemos, Dios sabe como termina la película de nuestra vida y muchas veces diciendo: "no", nos está evitando un gran sufrimiento.
Dios nos dé sabiduría para orar conforme a su voluntad, porque de esa manera tendremos segura victoria en todo lo que emprendamos.
La imagen de la reflexión de hoy, es muy clara, dice que si algunas personas se alejan de nosotros, puede ser una respuesta a nuestra oración cuando le decimos: "líbrame de todo mal"
Oremos siempre conforme a la voluntad de Dios. Una buena oración sería así: "Padre si es tu voluntad para mi vida, dame lo que te estoy pidiendo, si no lo es, dame paz para entenderlo"
Dios los bendiga
Susana Goglián
"CONSTRUIRÉ MI VIDA"
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