¿Siente a veces que a nadie le importa realmente lo que le pasa? ¿Siente que nadie lo defiende cuando cometen injusticias con usted?
No pierda más tiempo, concéntrese en el único al que realmente le interesa lo que le ocurre y no solo eso, sino que lo comprende y lo defiende.
Mucha gente puede lamentar lo que a usted le pasa; quizás darle alguna palabra como ¡uh que pena! y nada más; al otro día nadie se acuerda de lo que usted esta pasando. Eso trae una frustración que entristece el corazón.
Pero debe concentrarse en Dios, quién prometió que tiene cuidado de usted.
En este momento que nos toca vivir; a cada uno le importa y le preocupa lo que está viviendo; no tienen la capacidad de pensar en los demás.
Pero Jesús no es así; lo demostró muriendo en la cruz en nuestro lugar para salvarnos.
En Isaías 41:10-13 dice en la Santa Biblia: "No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se aíran contra ti, serán avergonzados y confundidos: serán como nada y perecerán, los que contienden contigo. Los buscarás, y no los hallarás, los que tienen contienda contigo, serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, que te toma de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo".
Salvo algunas excepciones; como el vecino que yo tenía; que me llamó para preguntarme si necesitaba hielo, porque estaba sin luz; pero la mayoría de las personas que nos rodean, están demasiado concentradas en sí mismas y hasta le resulta molesto escucharnos decir lo que nos está pasando. Dicen cosas como: ¿Y ahora que te pasa? esto ya denota fastidio y no nos quedan deseos de abrirnos y contarles.
¿Qué haríamos sin Dios? Por eso mi consejo en este día; es que vuelva en sí y se postre ante el Señor y llévele todo lo que le oprime el corazón; hasta debilitarlo completamente.
Tantas veces pensamos que si le contamos a alguien que tiene el poder de defendernos lo va a hacer; pero en cambio, recibimos una palabra de consuelo, dejando pasar las situaciones injustas que vivimos, sin tomar ninguna acción.
El secreto para volver a vivir en paz y con alegría a pesar de todo, es postrarnos a los pies de Jesús y llevarle todas nuestras impotencias y debilidades.
Nos gustaría tanto solucionarle los problemas a toda nuestra familia y seres queridos, pero a veces nos vemos imposibilitados; ya sea por problemas físicos, económicos, etc.
Pero un día mi hija me dijo algo que me impactó, es la primera vez que me dice algo así, dijo: "Mamá, cuidate vos, Dios ya tenemos, necesitas que te mejores vos". Realmente me emocionó. ¡Tantas veces nos olvidamos de que nosotros también somos personas y nos tenemos que cuidar como cuidamos a los demás!
Hoy, luego de postrarme a los pies de Jesús, frente a circunstancias inquietantes y perturbadoras; Dios refrescó mi alma; me dio paz, gozo y me dijo que cada persona decide cómo quiere vivir; algunos toda la vida vivirán, afanados, turbados, ansiosos, porque es su forma de ser y no les interesa cambiar, ni rendir su vida a Jesús; pero otros, queremos vivir con paz en nuestro corazón, dejando los problemas y situaciones que se presentan a los pies de la cruz y Dios que tiene cuidado de nosotros y todo lo puede, va a resolver todo para la Gloria de su Nombre.
¡Lo hemos comprobado tantas veces; tenemos tantos testimonios de eso!
Le deseo que tenga paz a pesar de cualquier circunstancia que se le presente, llévele a Dios sus cargas y Él le dará descanso a su alma.
Jesús le ama.
Dios los bendiga
Susana Goglián
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