La imagen de hoy para que pueda traducirla en su idioma dice:
"Yo te atraeré, te llevaré al desierto
y te hablaré al corazón" Oseas 2:14
La persona que pasa por momentos difíciles en su vida; puede llegar a pensar que Dios se olvidó de usted, que está solo en medio de la oscuridad de las circunstancias.
¿Alguna vez se sintió solo en medio del desierto?
A veces Dios permite que pase esas situaciones, para que pueda dejar su autosuficiencia y mire al cielo y busque su Presencia, que gracias a Dios en cuanto la busca el Espíritu Santo inmediatamente acude a su vida.
Oseas 2:14 en la Santa Biblia dice: "He aquí la traeré al desierto y hablaré a su corazón"
El propósito del desierto que Dios permite en su vida, es que en medio del silencio, en esas circunstancias difíciles, escuche su voz en su corazón.
El ruido de nuestra cotidianidad, impide que escuchemos su voz.
¡Hay tantas cosas que hacer! ¡Tantas obligaciones ineludibles! ¡Tantas exigencias externas e internas! ¿Qué tiempo podemos tener para escuchar la voz de Dios?
Pero cuando nos sentimos solos, impotentes frente a un problema que no sabemos como resolver, cuando alguien necesita nuestra ayuda y va más allá de nuestras fuerzas o ideas para ayudarle; ahí justo en ese momento sobre nuestras rodillas, le decimos: Dios, yo no se como hacerlo y Él dice: Por fin podés escucharme, hace tanto que te espero para darte la solución, pero siempre estás tan ocupado.
Ahora si, nos dice el Señor, escuchame y todo se resolverá.
La Biblia es una de las formas en las que Dios nos habla, en ella podemos encontrar una respuesta para cada problema de nuestra vida.
Congregarnos, escuchar la Palabra de Dios en un culto, es otra de las maneras en la que Dios nos habla; por eso es tan imprescindible no faltar a las reuniones, por ninguna excusa por más válida que parezca, porque es para nuestro bien; los únicos que perdemos somos nosotros cuando no nos congregamos.
En medio del desierto, pídale a Dios que le guíe, Él siempre responde a la oración de sus hijos, nunca está ocupado cuando lo buscamos.
No espere más, Dios está a una oración de distancia,
no sufra más, hable con Dios; porque Jesús lo AMA MUCHO
El devocional de hoy va a ser muy particular, en el mes de Mayo le compartí la reflexión que va a encontrar a continuación a la de hoy y le voy a explicar por qué.
El titulo de la reflexión de Mayo es: ¡Así la ve Dios! Si usted la leyó la recordará, si no la leyó le pido que lea la que va a encontrar más abajo y luego lea la de hoy que se titula: "UNA GRAN TRANSFORMACIÓN" para que pueda entender mi sentir, lo que el Espíritu Santo me mostró.
"UNA GRAN TRANSFORMACIÓN"
Cuando elegí la imagen de la princesa, del devocional anterior, con un hermoso vestido azul, radiante, hermosa; no sabía que era la Cenicienta; me enteré mucho después de publicar el devocional: "Así la ve Dios".
Cuando supe quien era en realidad; el Espíritu Santo me mostró algo muy interesante.
La Cenicienta, el clásico de dibujos animados de Disney; nos cuenta que antes, la Cenicienta no era esa bella y feliz princesa.
Era una joven, tratada como esclava por su madrastra y sus hijas. Sometida a trabajos duros, de quién se aprovechaban y ella accedía a atender todos sus caprichos.
Era desechada, nunca la incluían en las cosas de las cuales, sus hermanastras disfrutaban.
Quiere decir que su vida era muy triste; se sentía muy sola, porque no tenía a quién ir.
Hasta que un día, se va a realizar un baile en el castillo del príncipe, al cuál todas las jóvenes deseaban asistir para bailar con el príncipe; pero la Cenicienta no tenía manera de conseguir un hermoso vestido, zapatos y embellecer su cabello.
Abreviando, su vida era un desastre; hasta que "un hada madrina", comenzó a transformar objetos; animales y a ella misma con su varita mágica. Y sucedió... la convirtió en una hermosa princesa; con sus zapatos de cristal y un carruaje.
El Señor me sorprendió cuando supe quién había sido la princesa de la imagen que había elegido para la reflexión, cuyo fin era mostrarles como nos ve Dios.
El Espíritu Santo me mostró, la similitud con la vida de muchos; que vivieron tantas cosas tristes, similares a las del cuento; tantas angustias, soledad, pobreza, no solo material, sino espiritual. Sin tener a quién ir; quizás fueron víctimas de adicciones o sufrieron abusos; pensando que sus vidas siempre iban a seguir así.
Pero llegó el milagro del cambio; pero no fue un hada madrina quien los transformó para lograr que Dios los viera perfectos como cuando los creó.
¿Entonces quién fue? Fue Jesús, por medio de su sacrificio en la cruz del calvario; donde derramó su sangre para borrar todos nuestros pecados, cuando lo recibimos en nuestro corazón; esa sangre, fue la que permitió que fuéramos lavados y perdonados por su Padre, nuestro hermoso Dios. En ese momento, el Señor, comenzó a admirar en nosotros la transformación, de Cenicientas, a princesas hermosas. Y a los caballeros, de pobres y desalineados a príncipes como el del cuento; como Dios los ve.
Por supuesto, es nuestra responsabilidad cuidar esa salvación tan grande y mantenernos puros y santificados, en nuestro camino tras los pasos de Jesús, cuidando la nueva identidad como hijos de Dios.
Quedé impresionada cuando el Espíritu Santo de Dios me mostró esa comparación, la Palabra de Dios dice en: Gálatas 2:20: "Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí"
¡Cuánto para agradecerle a Jesús! ¡Qué libertad le dio al ser humano, por medio de su sacrificio! Y no solo eso, sino que cuando el Espíritu Santo le revela al hombre, cuánto lo ama Jesús; toda la vida es transformada; cambia la óptica con la que ve la vida, su vida. Comienza a sentirse amado, valorado, admirado; como en la transformación de oruga a mariposa.
Qué amor tan grande el de Dios, deja atrás todos nuestros errores y miserias; comienza a vernos puros, santos y de su propiedad; nos anhela, espera con ansias cada encuentro con nosotros; cuando nos acercamos en oración a Él; puedo verlo sonreír, mirándonos con amor; pensando: ¡Cuanto amo a mi hijo! Lo volvería a hacer; sí, volvería a dar mi vida en la cruz por él.
ESO ES AMOR VERDADERO.
¿No le parece? Y nuestro Príncipe que nos enamora y nos ama es Jesús. Con la gran diferencia gracias a Dios; nosotras no nos vamos a volver a convertir en Cenicientas, ni la carroza se va a convertir en calabaza nuevamente a las 12. No dilate más el momento de acercarse a Jesús, Él lo ama y lo espera.
"Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! ¡Purifiquen sus corazones, ustedes que quieren amar a Dios y al mundo a la vez!" Santiago 4:8 - Biblia Dios Habla Hoy
Cantares 6:2 dice: "Yo soy de mi amado y mi amado es mío"
Una vez escuché desde la plataforma en la iglesia, la frase: "Jesús está enamorado de vos"; creo que lo dijo mi pastora Alejandra Carnival, si mal no recuerdo. Sentí un impacto muy fuerte en mi corazón; me pareció algo maravilloso y lo sigo sintiendo
así, eso cambió totalmente mi perspectiva de mí misma.
Caminamos por la vida, viendo nuestros defectos; nuestros errores, criticándonos a nosotros mismos; pero de pronto cuando la venda cae de nuestros ojos;
entendemos que Dios nos hizo perfectos; tanto a hombres como a mujeres; porque
Él es perfecto y todo lo hace bien.
Luego el hombre, por Adán y Eva, que desobedecieron a Dios en el huerto del Edén; toda la creación quedó manchada por el pecado.
Si todo hubiera quedado ahí, sería lógico verse inaceptable e inútil; pero gracias
a Dios no quedó ahí; porque envió con mucha tristeza a su hijo Jesucristo, a nacer en la tierra; un ser perfecto, sin mancha, sin pecado; a sacrificarse cual cordero en
la cruz, en nuestro lugar, solo por amor a su creación; para que no tuviéramos
que padecer nosotros por los pecados que heredamos; porque con su
Sangre Preciosa; Jesús nos limpió, y nos salvó, nos santificó.
Por eso cuando recibimos a Jesús en nuestro corazón; una nueva historia
comienza para nosotros. Dios no nos ve como nos ven los demás; aún
nuestros propios padres, familiares, amigos y nosotros mismos.
Quizás usted fue o es objeto de burlas y críticas, que lo hacen sentir tan pequeñito e inútil; lleno de complejos; pero si tan solo sus ojos fueran abiertos; se comenzaría a ver como Dios lo ve. En el caso de las mujeres; como bellas princesas;
angelicales, delicadas, dulces y sobre todo; santas y sin mancha.
A los hombres como bellos caballeros, sofisticados, hermosamente vestidos,
santos, con el solo deseo de agradar a Dios; puros, respetuosos con sus
parejas; felices y sonrientes, fieles, sin amarguras.
La perspectiva de Dios, a través del sacrificio de su hijo; es muy diferente a la
nuestra frente al espejo o en nuestra mente; Él nos ve por la sangre que Jesús
vertió en la cruz, completamente purificados y hermosos y muy amados.
Debemos valorar esto que parece quizás un cuento de hadas; pero le aseguro que
no lo es; el tema es que necesitamos la revelación del Espíritu Santo; para
que podamos ver a Jesús ya en nuestro corazón, porque lo invitamos a
entrar; embelleciendo y santificando nuestras vidas.
Para mí fue tan hermoso entender esto; cambió mi mirada hacia mi misma; me
siento aceptada por Dios, amada incondicionalmente; deseada por Dios para
estar siempre a su lado en intimidad.
El Espíritu Santo es el encargado de revelarnos todas estas verdades.
¡Jesús le ama tanto! ¡Mucho más de lo que usted pueda imaginar!
Solo necesita descubrirlo y luego disfrutarlo.
¡Por favor no dilate el momento de ser feliz!
Pídale al Espíritu Santo desesperadamente, verse como Dios lo ve.
Borre de delante de usted la imagen que creó durante tantos años de usted mismo.
Comience a recibir el amor incondicional de Dios, aférrese a Jesús, ámelo,
búsquelo cada día en su hogar; abrácelo y déjese amar por el Señor.
Le aseguro que no existe en este mundo otro amor, ni siquiera parecido al de
Jesús; no se lo pierda; el único perjudicado si no lo hace; va a ser usted.
Si desea conocer más sobre el amor de Dios por usted escríbame,
más abajo encuentra mis contactos; o acérquese a alguna de las reuniones
en Catedral de la fe; va a encontrar un link con todas las iglesias Catedral de la fe;
son iglesias en extensión en muchas localidades y otros países.
¿Sabía que usted es responsable de cuidar el gozo y la paz que Dios le da?
Cuando se logra ser bendecido con la alegría y la paz completa e incondicional que el Señor da; tiene que cuidarla.
La paz que Jesús da, es incondicional porque no depende de la circunstancia que esté viviendo, porque va mucho más allá; la paz que Dios da, la obtiene y la conserva en su corazón, aún en medio de la tormenta más intensa que esté transitando en su vida; porque la fe en que Jesús todo lo puede y nos ama incondicionalmente; permite que una vez que dejemos el problema a sus pies; Él toma el control de todo y a usted lo inunda de su paz.
Y el gozo que en esta vida es tan difícil de obtener; también llega a su corazón, por el solo hecho de descubrir ¡Cuánto lo Ama Dios!
Descubrir el amor de Dios, es lo más sublime que un ser humano puede experimentar; porque más allá del conocimiento racional; lo siente en su corazón; es real; lo puede sentir en todo momento; cada vez que se acerca a Jesús en oración; el Espíritu Santo lo desborda de gozo, real y genuino.
Como decía antes ¡Es tan difícil de lograr tener gozo y paz! por eso hay que cuidarlo; porque a su alrededor se levantarán luchas; personas, problemas; con el único propósito de robarle el gozo y la paz, que tiene nombre, se llama JESÚS.
Sólo el Señor, puede llenar de gozo y paz un corazón, luego de grandes pruebas; o en medio de ellas.
Es su responsabilidad no permitir que nada, ni nadie le robe ese maravilloso regalo que Dios le dio.
A veces tendrá que tomar decisiones, aunque dolorosas; pero serán para su bien y para el de los que lo rodean.
Cuando la solución no viene del lado de las personas que tendrían que hacerse cargo; las tiene que tomar usted.
La oración y la lectura de la Palabra de Dios; son las herramientas para guiarlo a dar pasos de fe; sabiendo que lo que usted no pueda lograr; lo hará el Espíritu Santo de Dios.
Muchos no estarán de acuerdo con sus decisiones; pero si Dios le da una Palabra; y usted está seguro de quién le habló; hágalo; huya de todo y de todos los que quieran arrebatarle la paz y el gozo que Dios decidió regalarle.
"Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo;
La paz de Dios ¡es tan distinta a la que conocíamos antes! La confundíamos con tranquilidad.
A veces escucho hablar a cristianos sobre algún tema de la vida y no veo ninguna diferencia en su manera de hablar, con la gente que no conoce a Jesús.
Afanados, turbados, sintiendo en oportunidades importantes, como si Dios hubiera fallado, como si no hubiera escuchado sus oraciones.
Eso es realmente imposible, Dios siempre escucha las oraciones de los que confían en Él. Pero el Señor no está obligado a responder de la manera que se le desea imponer. ¿Le ocurrió alguna vez, en medio de una circunstancia difícil que está viviendo; algo completamente asombroso, injusto, en el cuál usted no hizo nada para ocasionarlo; algo que nunca podría pasar en su entender? Y de repente pensar ¡Dios mío, que esto sea una pesadilla, que me despierte y nunca haya pasado en la realidad! Pero no, por más incomprensible que le parezca, le está sucediendo.
La Palabra de Dios dice en Isaías 55:8-9: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos"
Me gusta como dice el mismo pasaje en la versión Dios habla hoy, leamos:
"Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes El Señor lo afirma".
Muchas veces el hombre con su autosuficiencia habitual, pareciera que quiere decirle: Dios te equivocaste esta vez.
Pero ¿sabe que? Dios sabe lo que hace, nunca se equivoca y siempre tiene la última palabra y es la correcta.
Lo he comprobado más de una vez en mi vida; esperar hasta el último minuto, cuando parecía que no iba a pasar nada a mi favor y de repente... Jesús lo hace "a su manera", que obviamente es la mejor y luego me doy cuenta que así es.
No existe ninguna oración que no sea escuchada; pero a veces los hijos de Dios tienen actitudes queriendo solucionar las cosas con sus fuerzas, con prepotencia.
Otra vez vamos a la Palabra de Dios, que es la única verdad.
Dice en Zacarías 4:6-7: "Y él continuó: Éste es el mensaje del Señor para Zorobabel: No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor todopoderoso.
¿Quién eres tú, gran montaña? ¡Quedarás convertida en llanura delante de Zorobabel! Él sacará la piedra principal, mientras grita la gente: ¡Qué hermosa es! ¡Qué hermosa!”
"La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que NO se ve" Hebreos 11:1. Si supiéramos el final de las cosas, no necesitaríamos fe. La Fe en Dios nos fortalece.
"Los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe" Hebreos 12:2.
Teniendo un Dios tan grande y poderoso; sigamos orando para que se haga la voluntad de Dios en cada situación, pero con fe, no dudando nada, dice la Palabra de Dios. Nos resta orar y decirle, Jesús, que se haga tu voluntad, como se hace en el cielo, se haga en mi vida; yo confío en Tí.
DIOS TIENE LA ÚLTIMA PALABRA.
CONFIEMOS EN EL QUE SIEMPRE NOS ESCUCHA
Haga que Jesús se sienta orgulloso de usted por la fe que le demuestra.
Debajo del texto va a encontrar el audio de la reflexión
Espero que les sea de bendición
¿Necesita amor? ¿Quién puede no necesitar amor? Pero lamentablemente el amor terrenal, nunca alcanza, siempre es insuficiente, nadie puede amar incondicionalmente, solamente Dios.
¿Cómo podremos agradecerle que nos ame tal cuál somos?
Estamos tan acostumbrados a que nos señalen nuestros defectos y debilidades; pero Jesús nos comprende y resalta nuestras virtudes.
Muchas veces tratamos de encontrar una virtud en nosotros y no la encontramos; pero Dios no mira como mira el hombre, Dios mira el corazón. 1 Samuel 16:7
Me imagino una conversación de Dios con el diablo; el segundo señalando todos nuestros defectos y pecados y Dios respondiendo: Pero tiene esto bueno... pero hace esto otro bien... Y así sus preciosos ojos mirando las cosas positivas que por su misericordia ve en nuestras vidas.
Por eso, el único amor perfecto, el único amor que le da plenitud a nuestro ser, es el de nuestro Padre Celestial.
Vuelvo a preguntarme: ¿Cómo podemos agradecerle tanto amor incondicional?
La respuesta que encuentro es: rindiéndole nuestras vidas, dependiendo de Él, preguntándole antes de tomar decisiones que después lamentaremos si no lo hacemos; buscando su presencia cada día, estando en comunión con Jesús todo el día.
El Señor, desea ser nuestro mejor amigo, ese amigo que nos ama para siempre, nunca va a dejar de amarnos, tampoco va a abandonarnos aunque hagamos cosas que quizás no le agraden; siempre estará esperando nuestro arrepentimiento, nuestro deseo de estar con Él; no por obligación o por cumplir con la oración diaria; sino con el anhelo, la necesidad de encontrar en Jesús, la paz que tanto necesitamos y expresarle todo nuestro amor y agradecimiento.
Hable con Dios cada día, no espere llegar a la iglesia para hacerlo, Él está a su lado ahora mismo ¿Para qué esperar? No lo ignore, está junto a usted por amor.