Devocional Diario. Reflexiones para vos: "¿QUÉ ESPERA DE LA VIDA?"

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La imagen dice:

"Dios concédeme la serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las cosas que puedo,
y la sabiduría para reconocer la diferencia".
Del teólogo estadounidense
Reinhold Niebuhr (1892-1971)

Esta pregunta vino hoy a mi mente: ¿Qué espera de la vida? Porque si usted me dice nada; eso es lo que va a recibir: NADA. Y tendrá una vida monótona, aferrado a los buenos y malos recuerdos; esperando que quizás se haga justicia por todo lo que ha perdido injustamente en su vida.
No debe sentarse a esperar que llegue el final de su vida; eso es demasiado triste.
Alguien me recordaba ayer, que no hay nada oculto que no salga a luz.
Dice en la Palabra de Dios, la Biblia, en Lucas 8:17: "Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz".
Esta oración de la serenidad que le comparto en la imagen, deja una gran enseñanza; la recordé después de muchos años de haberla conocido; observe los detalles importantes para recordarlo y pedirle a Dios que lo ayude a lograrlo.
Dice: "Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Es importante reconocer aquellas cosas que por más esfuerzo que haga, por más que lo desee, no las puede cambiar; entonces ¿para qué hundirse en la tristeza y la depresión? Quizás usted había logrado ser feliz con la ayuda de Dios, sintiendo que tenía todo lo que podía desear, por medio del Gran Amor de Jesús por usted y de pronto, el enemigo se levantó para tratar de desbaratar todo lo que el Espíritu Santo había hecho en usted.
Pero hay cosas que podrá cambiar y otras que tendrá que aceptar, mientras le confía toda su vida al que lo Ama Eternamente e incondicionalmente, en el único que puede confiar en la vida.
Luego, decidirse a hacer lo que sigue diciendo esta oración; tomar el valor para cambiar las cosas que puede. Por ejemplo decidirse a volver a estar contento con lo que tiene; concentrarse en orar (hablar con Dios) no solo en momentos y en lugares específicos, o “cuando tenga tiempo”; sino hacer de la oración, su respiración; porque usted respira en cualquier momento y en cualquier lugar, aunque no tenga tiempo.
La oración es la respiración del cristiano. Pruebe ahora mismo; respire hondo, retenga un poco el aire y luego exhale muy suavemente. Eso es lo que el Espíritu Santo hace cuando oramos, cuando le entregamos nuestras cargas; nuestras tristezas, nuestra soledad, nuestros malos recuerdos, nuestros pensamientos. En el momento que exhala, junto con el aire, sale todo eso y usted lo entrega a los pies de la cruz, donde Jesús entregó su vida por usted; para además de darle Salvación y Vida Eterna, regalarle una vida abundante, llena de paz, amor y nuevas fuerzas cada día; las que de otra manera no podría adquirir.
La oración, la comunión con el Espíritu Santo, cambiará su estilo de vida y la tristeza lo abandonará.
Y la oración de la serenidad termina diciendo: “y la sabiduría para reconocer la diferencia".
Para eso es necesario pedirle al Espíritu Santo discernimiento espiritual, sabiduría, para reconocer la diferencia; para no tratar de forzar las situaciones, porque cuando Dios cierra una puerta, nadie la puede abrir y cuando Dios la abre, nadie la puede cerrar.
Cuando usted aprende a depender de Dios y de su Voluntad, la vida se convierte en esa vida abundante que Dios quiere darle y recobra la felicidad que tenía.
Esfuércese orando, a cambiar aquellas cosas que si puede; porque tendrá la ayuda Sobrenatural del Espíritu Santo, si hace de la oración, su respiración espiritual; porque Dios no lo abandonará nunca.
Recuerde que a Jesús, le importa mucho lo que a usted le pasa, nada escapa a su conocimiento y a su tiempo permitirá que todo lo oculto salga a luz; aunque ahora usted se sienta incomprendido y además soportar que estén tratando de corregirlo; cuando usted sabe la verdad de lo que ha vivido.
Sepa que no es el único que lo sabe; Dios fue su mayor testigo y lo Ama demasiado para permitir que vuelva a ser la persona triste que era; Jesús quiere verlo feliz; porque el Amor que Él le tiene y Él sabe que es totalmente correspondido por usted; será suficiente para que vuelva a reír y tenga deseos de seguir viviendo.
No está solo; pero no se aísle, busque la presencia del Espíritu Santo, que está ahora, ahí mismo… a su lado; lo escucha, le da paz y lo llena con su Unción Sobrenatural si usted así lo anhela.
No siga así como está hoy; permita que el Espíritu Santo, vuelva a transformar su vida, para que pueda ser de bendición a los demás.

NO OLVIDE QUE DIOS LO AMA MUCHO Y QUE ÉL ES UN DIOS JUSTO

"Pero entre aquellas autoridades
había un fariseo llamado Gamaliel,
que era un maestro de la ley
muy respetado por el pueblo.
Éste se puso de pie y mandó que por un momento
sacaran de allí a los apóstoles.
Luego dijo a las demás autoridades:
—Israelitas, tengan cuidado
con lo que van a hacer con estos hombres.
Recuerden que hace algún tiempo se levantó Teudas,
alegando ser un hombre importante,
y unos cuatrocientos hombres lo siguieron.
Pero a éste lo mataron, y sus seguidores se dispersaron,
y allí se acabó todo.
Más tarde, en los días del censo, se levantó Judas,
el de Galilea, y logró que algunos lo siguieran;
pero también lo mataron, y todos sus seguidores se dispersaron.
En este caso, yo les aconsejo que dejen a estos hombres
y que no se metan con ellos.
Porque si este asunto es cosa de los hombres, pasará;
pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes vencerlos.
Tengan cuidado, no se vayan a encontrar luchando contra Dios".
Hechos 5:34-39