La imagen dice:
¿Tomas algo para ser feliz?
SI, DECISIONES.
Dicen que cuando las cosas no van bien, hay que cambiar algo.
Este es el momento de pasar revista por todas las cosas que vivimos antes y analizar que circunstancias que vivimos, podían haber sido distintas, si hubiéramos tomado otras decisiones.
Preguntarnos ¿Cuántas cosas decidimos nosotros mismos, sin preguntarle a Dios si nos convenían?
¿Cuántas veces compramos artículos y nos comprometimos con cuotas con la tarjeta, a largo plazo, pero realmente podíamos haber seguido viviendo sin tenerlas?
No todo lo que llega fácilmente, implica que es provisión de Dios para nosotros.
La oración es el primer paso, para decidir correctamente.
Usted se preguntará: Está bien, oro ¿Pero cómo sé si Dios quiere que haga eso?
Hay varias maneras de saberlo, primero leyendo la Palabra de Dios, también buscando consejo en líderes y en los que desean nuestro bien. Y sobre todo si tenemos paz frente a la decisión que vamos a tomar. Si la duda y la confusión siguen, debemos detenernos y pensar por ejemplo frente a saber si realizar o no una compra ¿Necesito esto?
Va a sentir en su corazón la respuesta, descartando esa voz de niños caprichosos, que seguimos teniendo toda la vida interiormente, que nos dice: "Lo quiero, lo quiero, lo quiero"
Frente a una decisión sobre nuestro futuro, tenemos que hacer lo mismo, orar y pedirle al Espíritu Santo de Dios, que tome el control de nuestras decisiones, y nos guíe al camino correcto.
El año que transitamos, puede ser una bendición o puede ser igual a cualquier otro año.
Si seguimos actuando igual que siempre, solo va a cambiar el último dígito del año, pero si maduramos y tomamos decisiones correctas, puede ser completamente diferente.
Hay una serie de preguntas que decidí hacerme a fin de año, para luego tomar la decisión de cambiar mis actitudes.
Si le parece útil, le recomiendo hacerlo.
1- ¿Me siento feliz? ¿Tengo paz?
2- Este año ¿Hice más tareas, ya sea ministeriales o seculares, de las que Dios me pedía que hiciera?
3- ¿Viví todo el año tratando de complacer a los demás y sentí que siempre me faltaban cinco para el peso porque no era suficiente?
4- ¿Qué hice para mi? ¿Practiqué algo que me gustara hacer para gratificarme?
5- ¿Descansé lo suficiente?
6- ¿Llegué a las metas que me había trazado?
Según lo que respondamos a estas preguntas, llega el momento de tomar decisiones, para que nuestra vida sea diferente.
Buscando ya la respuestas a las preguntas que nos hicimos antes:
a) ¿Qué voy a hacer para lograr vivir en paz y ser feliz?
b) ¿Voy a seguir haciendo todo lo que me pidan o voy a orar para saber que quiere Dios que yo haga?
c) ¿Estoy decidida/do a hacer cosas que yo desee hacer?
¿Me voy a permitir equivocarme, sin
condenarme?
¿Voy a reconocer que
nunca voy a ser perfecta/to?
d) ¿Voy a decidir regalarme un día para mi, para hacer lo que necesito yo?
e) Voy a escribir mis nuevas metas, en todas las áreas.
f) Voy a administrar mejor mi economía, anotando todos los gastos y las entradas, para no excederme en los gastos.
g) ¿Cuáles son mis metas?
Las voy a escribir para tenerlas
presentes, evaluando a lo largo del año si las voy cumpliendo.
h) Voy a descansar cuando necesite hacerlo, dentro de mis
posibilidades
No continúe su vida, como si corriera una carrera de atletismo y al llegar a la meta, comenzara a correr otra carrera inmediatamente sin descansar; eso sería imposible.
Pero generalmente vivimos así, llegamos al 31 de diciembre, agotados, y sin descansar o sin analizar nuestro futuro y seguimos corriendo.
Esto termina desencadenando un gran estrés, que luego nos hace somatizar enfermedades en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
Estoy decidida a tomar decisiones, para no perder la paz, la alegría, la felicidad que Dios puso en mi corazón.
Dios hace todas las cosas nuevas.
"He aquí que yo hago cosa nueva.
No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?
Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. Isaías 43: 18, 19
1 Corintios 10:13: "Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar"
ES TIEMPO DE TOMAR DECISIONES.
Siempre guiados por el Espíritu Santo.
Nadie nos va a cuidar, solo Jesús o nosotros mismos.
Si algo o alguien le quiere robar la paz y la felicidad que siente, no lo permita, corte por lo sano, busque a Jesús intensamente cada día y con su abrazo lo contendrá y lo sacará del abismo que tiene frente a usted y lo guiará en la decisión que tiene que tomar para cuidarse.
Usted merece ser feliz con Jesús.
¡¡¡JESÚS LO AMA MUCHO!!!
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"HOY REGRESO AL JARDÍN"
CHRISTIAN CANTEROS
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