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Mirando la imagen de hoy, podía imaginar a una persona ciega; que entre muchas personas quiere hablar con alguien específico, pero no ve. ¿Cómo buscarlo? De pronto le pregunta a alguien por esa persona y le dice está ahí; pero ella le contesta: pero yo no veo; entonces la persona amablemente la conduce hacia el lugar y la deja frente a frente a quien busca; entonces, confiando en que esa persona le dijo la verdad, comienza a hablarle, sin verlo.
Nuestros momentos de oración en privado, son así; nos dice la Palabra de Dios en Jeremías 29:12-14; me encanta esta Palabra, llega directo a mi corazón; en la versión de la Biblia NVI, dice así: "Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor—, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté», afirma el Señor".
¿No le parece una hermosa promesa? Quiere decir que ninguna oración escapa al conocimiento de Jesús; nunca está distraído, siempre está interesado en nuestro bienestar, porque ¡NOS AMA MUCHO!
Cuando usted se arrodilla a solas cada día, por fe, delante de Dios; no lo ve; pero Él dice: Ahí está… va a orar… vino a hablar conmigo… lo veo triste… voy a escucharlo y contenerlo.
¡Cómo cambia nuestra perspectiva de nuestro momento de oración cuando sabemos esto!
Frente a usted, cada día, está Jesús; lo toma de sus manos y lo escucha; seca sus lágrimas y le hace sentir su amor; aunque usted no lo vea Él está.
¡Cómo dejar de orar ahora que lo sabemos!
Lo más importante del día, más que respirar cuando despertamos aún; es decirle: Bienvenido Espíritu Santo, gracias por este nuevo día que me permitiste ver. Pídale a Jesús que lo abrace y lo guíe en todo lo que va a hacer. Pídale que lo use para que todos sepan ¡Cuánto los Ama!
1 Juan 4:8-10 dice: "El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados".
Es el anhelo de Dios, que todos sepan en su corazón ¡Cuánto los Ama! Y que entiendan que de lo contrario, no hubiera enviado a su Único Hijo, tan Amado, a morir en nuestro lugar, cuando no lo merecíamos; y por medio de su sacrificio, nos dio Salvación y Vida Eterna.
Es responsabilidad de cada uno de sus hijos, hacer saber al mundo esta verdad, que cambiará para siempre el rumbo de sus vidas, si lo creen. Si no, no es nuestra responsabilidad, porque nosotros se lo dijimos.
Orar es hablar con Dios, recuerde, cuando se arrodilla frente a Él y comienza a hablarle; SIEMPRE, Jesús estará frente a usted escuchándolo. Solo que he aprendido que siempre le tenemos que decir: pero que se haga Tu Voluntad mi Dios y no la mía. Porque solo nuestro Padre Celestial sabe lo que nos conviene, nosotros no.
El Espíritu Santo, está a nuestro lado en todo momento y nos ayudará a entender y obedecer - si lo dejamos- a Dios.
¡¡¡JESÚS LO AMA MUCHO!!!
¿Y usted a Él?
Entonces
no se detenta, ore, busque la Presencia del Espíritu Santo cada día y lo
llenará de la Plenitud de su Gloria en su ser.
Susana Goglián
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ES DE MUCHA BENDICIÓN PARA MÍ LEER SUS MENSAJES. BENDICIONES. Osana Goglián