En
la Biblia está la historia de Elías fue un hombre que sufrió una profunda depresión luego de una gran victoria, porque se dejó
llevar por el miedo, una mujer lo amenazó de muerte. Por temor se hundió en el pantano de la depresión.
La Biblia nos cuenta lo
siguiente: “Viendo, pues el peligro, se
levantó y se fue para salvar su vida... Y se fue por el desierto un
día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro y
deseando morirse, dijo: "Basta ya, Oh Dios, quítame
la vida, pues no soy yo mejor que mis padres" 1 Reyes 19:3-4”
Elias tocó fondo, observe que
dice: “Deseando morirse”, él estaba sufriendo una profunda
depresión.
También hay en la Biblia
otra persona que sufrió de depresión y él fue Jeremías.
En Jeremías 20: 14 dijo: “Maldito el día que nací”
“Maldito el hombre que dio
nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido.”
Dios quiso que quedaran
escritas estas cosas en la Biblia, para que no tengamos temor
de ser humanos, es decir, no pensemos que no tenemos
derecho de sentir ciertas estados de ánimo. Dios desea que podamos
mostrarnos ante Él, como somos, en nuestra genuina
humanidad.
La profunda depresión se
manifiesta tanto en lo físico, como en lo emocional, como en lo
espiritual.
La depresión nos paraliza. Perdemos conciencia de lo
que sucede a nuestro alrededor, sentimos como si nos estuviéramos
hundiendo, sin que nada logre detener nuestra caída.
Cuando un pantano lo absorbe, no hay de donde aferrarse; las experiencias exitosas, del pasado, no nos pueden
ayudar.
Dios busca a Elías donde él está, en medio de su angustia, no impide que viva su
dificultad, pero lo sigue y lo acompaña en medio de ese conflicto, no
lo abandona.
Dios reconoce las
necesidades de Elías: Un ángel, despierta a Elías
y le dice: “Come”. Y luego lo deja dormir, pero solo lo
necesario, porque lo vuelve a despertar para decirle que coma
nuevamente, porque sabe que necesita recuperar fuerzas,
pero al mismo tiempo lo deja terminar de vivir ese
problema.
Si está atravesando ese tipo
de circunstancias debe buscar a Dios, porque para él nada es
imposible. Sólo Él, puede impedir que
se siga hundiendo en ese profundo pantano.
Él lo entiende, porque
cuando estuvo en la tierra pasó por momentos de depresión, dice
la Biblia, que pasó por “todo” lo que nosotros pasamos, por
eso nos puede comprender y compadecerse.
Pero cuando nos acercamos a
Él, solo un toque de Dios sobre nuestras vidas, es
suficiente para sacarnos de la más profunda depresión.
He escuchado muchos
testimonios, de personas que no saben de la depresión sólo
en teoría, o porque han leído sobre el tema, sino porque
ellos mismos vivieron en un profundo pozo de angustia, pero pudieron salir con la ayuda sobrenatural de Dios, solamente por haber confiado en Él.
Dios está ahí mismo, junto a
usted ahora, entréguele su corazón y su vida.
Le
aseguro que con su ayuda, usted también podrá salir de la
depresión.
Si está pensando en este
momento: “No puedo más”.
Dios le está contestando: “Yo sí
puedo, acércate a mí y saldrás de la depresión”
Dios lo hará, si lo hizo con tantas personas ¿Por qué no lo va a hacer con usted?
Ponga toda su fe en Dios.
JESÚS LE AMA Y LE ESPERA, HABLE CON EL AHORA
Dios lo bendiga
Susana Goglián
"SUMÉRGEME"
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